“Diseñamos, construimos y desplegamos productos y prototipos IoT a medida” es el lema de Protofy. La empresa tiene clientes en Europa, América y África. Es uno de los próximos socios de Alastria, van a incluir blockchain en su gama de tecnologías. Protofy es una empresa de innovadores capaces de responder problemas con la tecnología, y con extrema rapidez. En tres días han desarrollado un equipo casero de apoyo al trabajo del personal sanitario en los respiradores manuales. Ahora buscan ayuda en la comunidad médica para adecuar su producto a los requerimientos sanitarios. Han empezado a recibir llamadas de expertos interesados en desarrollarlo, desde otros continentes.
Quieren poner su grano de arena en la pandemia Covid-19. Su desarrollo será de gran ayuda en situaciones extremas o en países terceros. “Ojala no debamos usarlo nunca. Hemos querido ayudar, al ver las necesidades de esta pandemia. Nuestro aparato es para uso de personal sanitario. Queda mucho trabajo para llegar a ese punto. Queremos su colaboración para hacer un aparato que cumpla la normativa sanitaria”, explica Lluis Rovira, cofundador de Protofy, junto con Ignasi Plaza y Joan Guasch.
OxyGen
OxyGen es el nombre del prototipo. Un aparato sencillo y fácil de construir. Está realizado con materiales de nuestro entorno: la madera, el motor del limpiaparabrisas de un coche, y la fuente de alimentación de un ordenador. Se pueden encontrar en tiendas de bricolaje y de electrónica, o en puntos limpios de reciclaje. “El pasado sábado pensamos en la posibilidad de necesitar respiradores. Vimos soluciones realizadas con impresoras 3D y mecanismos complejos. Pensamos en el punto de la cadena donde podíamos ayudar. Los respiradores de hospitales son complejos y automáticos, difíciles de replicar. ¿Y si los equipos AMBU de respiración de las ambulancias llegan a ser necesarios para los pacientes hospitalizados?”, se pregunta Lluis Rovira.
Los equipos AMBU tienen una especie de pelota de goma, accionada manualmente para llevar el oxígeno del contenedor a los pulmones del enfermo. Requiere un profesional sanitario para accionar cada equipo. “Hemos desarrollado un prototipo para que AMBU funcione de forma autónoma. El sanitario que acciona AMBU se podrá liberar para atender varios pacientes a la vez”, explica Lluis Rovira. Liberar a los profesionales de tareas rutinarias. “Vamos a intentar que llegue a África. Es fácil de hacer porque pensamos en la mayor emergencia al idearlo”, añade.
Proyecto abierto
El proyecto OxyGen es abierto. Los profesionales que lo han desarrollado han preguntado a todo tipo de expertos. A técnicos, a médicos, a enfermeros, y a quienes atienden urgencias y ambulancias. Han realizado un prototipo que funciona. El siguiente paso es hacer un producto estable. Quieren que sea validado por los médicos, y adecuado a los requerimientos del sistema sanitario.
Trabajan en recabar más opiniones, están contactando con los médicos de clínicas privadas. “Pensamos que los de la sanidad pública tienen demasiado trabajo. Nos falta hacer el test de duración, pruebas que nos indiquen cosas a mejorar. No es un dispositivo médico, está pensado para emergencias. Queremos hacerlo bien”, insiste Lluis Rovira.